Ciudad de México ► El fenómeno del nearshoring mantiene su poder de atracción para capitales extranjeros en México, pese a las recientes imposiciones de aranceles por parte de la administración Trump. Óscar Solís Yépez, presidente de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC), aseguró durante el Diálogo con Ingenieros del Colegio de Ingenieros Civiles de México que “seguir apostándole al nearshoring en México sigue siendo una opción viable” gracias a la fuerte demanda de naves industriales y al dinamismo del sector manufacturero.
A junio de 2025, la absorción de espacios industriales en el país se mantiene cerca del 90%, con más de 6 millones de metros cuadrados desarrollados entre proyectos especulativos y build-to-suit para logística. Ciudades como Monterrey, Tijuana, Saltillo y Ciudad Juárez lideran el mercado de arrendamiento, donde las empresas extranjeras rentan infraestructura de última generación para asegurar sus cadenas de suministro cerca de la frontera norte.
No obstante, la Cámara advierte que la consolidación del nearshoring en México dependerá de resolver dos cuellos de botella: la generación y abasto de energía, así como el suministro de agua para la industria. Ambos rubros están contemplados en el Plan México y podrían inyectar un nuevo impulso al sector si se concretan los proyectos estatales y federales asociados, subrayó Solís Yépez.
El anuncio de aranceles a exportaciones mexicanas ha generado cierto enfriamiento en la gran oferta de parques industriales en el norte del país. Según operadores de Onest SmartLogistics, la disponibilidad de metros cuadrados en parques del norte subió a entre 2% y 5% tras las restricciones comerciales, aunque los precios de renta no han cedido, reflejo de la cautela inversora y altos costos operativos.
El Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC) ofrece un marco de certidumbre al nearshoring, pues cualquier salida de un socio comercial exige un aviso con seis meses de anticipación. Hasta ahora no existe señal abierta de que EU pretenda abandonar el acuerdo, lo que refuerza la confianza de los inversionistas y permite explorar incluso la continuación bilateral México-Canadá en caso de ruptura con Washington, recordó el líder de la CNEC.
A pesar de un ritmo de expansión más moderado que el de años anteriores, el nearshoring se mantiene como motor de inversiones y ocupación industrial en México. “La actividad no se detiene; sigue habiendo demanda y llegada de capital extranjero”, concluyó Óscar Solís Yépez, proyectando un escenario de estabilidad mientras se acerca la renegociación del TMEC en 2026. ■