Estados Unidos ► Una devastadora serie de inundaciones repentinas ha cobrado la vida de al menos 27 personas, incluidos nueve menores de edad, en el centro-sur de Texas, particularmente en la región de Hill Country, tras intensas lluvias que provocaron el desbordamiento del río Guadalupe.
El desastre natural se desató en la madrugada del 4 de julio, cuando tormentas eléctricas descargaron más de 30 centímetros de lluvia en pocas horas. El nivel del río Guadalupe se elevó hasta 9 metros en menos de dos horas, arrasando viviendas, vehículos y campamentos de verano.
Uno de los puntos más críticos fue el Campamento Mystic, donde al menos 23 niñas permanecen desaparecidas. Las autoridades han desplegado más de 500 rescatistas, 14 helicópteros y 12 drones en una operación contrarreloj para localizar a las menores y a otras personas reportadas como desaparecidas.
El gobernador Greg Abbott declaró zona de desastre en 15 condados y aseguró que el estado está utilizando “todos los recursos disponibles” para atender la emergencia. Por su parte, el presidente Donald Trump expresó sus condolencias y anunció el envío de apoyo federal, incluyendo la visita inminente de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Las autoridades meteorológicas advirtieron que, aunque las lluvias han disminuido, persiste el riesgo de nuevas inundaciones debido a la saturación del suelo y la acumulación de agua en zonas bajas. Se han emitido alertas para más de 100,000 residentes, instándolos a evacuar hacia terrenos elevados.
El impacto emocional y logístico de esta tragedia es profundo. Familias enteras han perdido sus hogares, y muchas aún buscan a sus seres queridos. Las labores de rescate continúan sin descanso, mientras la comunidad local y nacional se moviliza para brindar apoyo. ■